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MINISTERIO DE APOYO
Nuestra Misión conservar, preservar y enseñar la palabra de Dios ya que la profecía de Amos dice que la palabra se acabara, cada día el pueblo de Dios estudia menos la palabra. Amos 8: 11-12 “He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. 12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán.”
Creemos que Jesucristo a través de su palabra quiere enseñarnos a tener familias de excelencia es decir con Jesucristo podemos cada día ser mejores: mejores padres, hijos, esposos (as) o mejores ciudadanos. ¿Que creemos? ver nuestro Discipulado.
Nuestro ministerio se financia con contribuciones voluntarias, cada uno aporta conforme Jesucristo lo haya prosperado. Para saber si estamos dando conforme Dios nos haya prosperado una formula matemática sugerida por la biblia podría ser el Diezmo. 1 Corintios 16: 2; 2 Corintios 9: 7.
Con nuestras contribuciones económicas
patrocinamos la evangelización Mundial a través de crear multiplataformas
virtuales con muchos materiales para descargar totalmente Gratis.
También nuestras contribuciones
sirven para Imprimir materiales de enseñanza tales como: Devocionales,
Materiales de escuela de Lideres, Discipulados, Plegables familias de
Excelencia y volantes con reflexiones bíblicas.
Todos nuestros materiales físicos y
virtuales tienen como propósito hacer que todo el mundo se vuelva al estudio de
la palabra apoyando a las iglesias que lo necesiten en su trabajo de
evangelizar.
Por la falta de preparación en
algunos casos y por la falta de recursos en otras ocasiones cada iglesia y cada
pastor enseña la palabra a su manera, cada quien habla un lenguaje diferente
por eso cada vez el reino de Dios en la tierra pierde más credibilidad.
Con nuestros materiales físicos y
Virtuales distribuidos de manera gratuita o con contribuciones voluntarias
queremos unirnos al deseo del apóstol Pablo de que todo el pueblo de Dios
hablemos un mismo idioma. 1 corintios 1: 10 “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, que habléis todos, una misma cosa, y que no haya entre
vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y
en un mismo parecer”